Nada ni nadie baila como un sueño. En nuestros corazones salta, gira y lleva adelante las coreografías más inesperadas y cautivantes. En Oliva lo saben. Ese sueño se multiplica por muchos y arman la composición que termina con la mano tendida para el que menos tiene. La Liga Solidaria de esa ciudad ubicada a un centenar de kilómetros de Córdoba capital lleva adelante una acción que cobró notoriedad a partir de su ingreso a Bailando por un sueño.
El Negro Álvarez estará participando y representando a esta institución, que atiende necesidades primarias de niños y sus familias, en el Bailando por un sueño 2015. Y el deseo de todo Oliva es que esta Liga Solidaria pueda tener su propia sede.
¿Qué es la Liga Solidaria de Oliva? Una entidad que tiene como principal actividad un merendero, en el que muchos chicos carenciados le ponen alimento a la panza y contención al alma. Miguel Juncos es uno de los integrantes de la Liga, cuyo nombre no tiene que ver con una competencia, sino con lo unirse para ayudar. “Hay chicos que no comen hasta el otro día, que tienen el Paicor. Por eso surgió la idea del merendero. Una empresa local nos presta el espacio físico. Van unos 45 chicos por la tarde. Y los sábados y domingos se transforma en comedor”, le contó a Día a Día.
Hay maestras, peluquero, odontólogo… Son muchos los que se acercan para dar una mano desde su oficio. La LSO funciona con el aporte de las personas. “Acá dan una mano desde las empresas grandes hasta los jubilados. Hay una señora mayor que tiene lo justo para llegar a fin de mes, si es que llega. Pero vino el otro día con cuatro kilos de azúcar”, enfatizó Miguel.
El promedio de edad de los que le dan vida a LSO oscila entre los 35 y los 40 años. “Aunque ahora se están sumando más jóvenes”, aclaró Junco. Se encargan de juntar ropa, calzado, alimento y todo lo que las familias puedan llegar a necesitar. Se definen como un cuerpo sin banderas políticas, religiosas o étnicas.
“Sólo falta que nos salga la personería jurídica para transformar a la Liga Solidaria en Fundación”, se entusiasma Miguel. Y agrega: “Ya tenemos un terreno para que nos donen, una vez que seamos Fundación. Después, estoy convencido que vamos a poder construir nuestro salón”.
El Expreso Lancioni es una pata clave en todo esto. “Nos dan una mano siempre y en todo. Hasta para ayudar a traer a un chico a Córdoba para que se haga un estudio”, resaltó Junco. La empresa sirvió para lograr el vínculo con el Negro Álvarez e Ideas del Sur.
Se espera que el humorista esté sobre la pista del Bailando en los próximos días: “No importa si gana o no. Ojalá que sí. Pero ya ganamos todos. Se nombra a Oliva y van a venir a filmar lo que hacemos nosotros y todo el pueblo. Algunos no estaban de acuerdo que se mediatizara esto, pero nos va a servir un montón”.
Ideas del Sur envió una partida con ropa con muy poco uso y hasta zapatos sin estrenar. Hicieron una feria y recaudaron cerca de 50 mil pesos. Y la LSO donó parte de ese dinero a un grupo que ayuda en el norte y otra a un proyecto para instalar una radio en la colonia psiquiátrica. “Si uno da, vuelve”, es el pensamiento.
Miguel Junco y sus compañeros siguen creyendo en la solidaridad. Aunque, diariamente, chocan con sensaciones encontradas: “Por un lado, me pone contento saber que la ayuda para esos pibes va a estar; el plato de comida, el vaso de leche. Una ropa o un calzado. Pero no es lindo que venga un pibe a pedirte algo porque no tiene. Lo mejor sería que estuviera con su mamá tomando la merienda en su casa. Hay que hacer algo. Es parte de ser estado. Todos somos estado y tenemos la obligación de pararnos y mirar al costado para ver cómo está el otro”.