
De los 5 partidos que jugó Vélez en la actual Liga Cordobesa, el de esta noche, en James Craik, fue el mejor de todos. Porque planteó una forma de juego acorde a lo que tiene y a lo que pueden dar físicamente sus jugadores. Defensa en zona, ataques fijos y jugando a un ritmo distinto al que propone Chañares. De esa forma, complicó al local.Ganó el primer cuarto 28 a 21 jugando bien en lo colectivo, tomando los rebotes defensivos que en otros partidos perdía y encontrando en la «panterita» Ferrini a su hombre gol. En el segundo período Chañares descontó, el «Nacho» Gerbaudo con sus penetraciones rompió el cerrojo velezano y el local se quedó con el parcial (21-18). Vélez siguió con su esquema, no desesperándose, y con el «Kily» Romero efectivo se mantuvo arriba, ganando la primera mitad 46 a 42.El tercer cuarto siempre fue para Vélez un dolor de cabeza sin remedio. Éste no fue la excepción, pero a diferencia de los otros se mantuvo en partido y teniendo en cuenta el cansancio físico no es un dato menor. Con un juego más rápido en ataque, con un Gerbaudo con todas las luces para asistir y un interminable Alvaro Imaz rindiendo en la zona pintada, Chañares rápidamente pasó al frente en el marcador y se quedó con el liderazgo por 67 a 59.El último cuarto fue más parejo, el local siguió insistiendo con la receta que le dio alivio y Vélez encontró algunos puntos en la zona pintada. Al promediar el segmento, el marcador mostraba un 72 a 67 que le daba vida a la visita, a pesar del desgaste físico de sus jugadores. Chañares siguió perforando la defensa velezana con los pases mágicos de Gerbaudo y los puntos cerca del aro de Russo e Imaz, su equipo más «largo» y con más variantes le permitieron festejar su cuarta victoria en el torneo por 85 a 75. Vélez se retiró derrotado pero con otro semblante, habiendo jugado su mejor partido hasta aquí y habiendo complicado durante varios pasajes a este Chañares que se perfila para clasificar.