Los capitanes Luna y Oberti, junto a los jueces, Montiel, Frías y Palacios. Foto gentileza «Un Punto de Vista».
Independiente jugaba uno de sus mejores partidos en la ida de semifinales ante Unión, pero en una jugada, se quedó sin nada. Es que verdaderamente el equipo de Alberto Carletti había hecho bien las cosas ante el «gran candidato» y estuvo en varias oportunidades cerca de ponerse en ventaja. No lo hizo, y en un abrir y cerrar de ojos, se quedó sin partido.
Iban 43´del ST cuando la calidad técnica de Fernando «Huevón» Cravero cacheteó una pelota con alta zurda y tomó a todo el local a contrapierna. El desborde desde la derecha terminó en el segundo palo y Rafael Caricio, con un zapatazo medido y rasante estableció la ventaja: 0-1.
Se sucedió lo increíble: el paramédico del partido y del local, salió despedido desde la banca y cruzó toda la cancha para encabezar una gresca que terminó con el línea Montiel agredido y con la decisión de Walter Frías (Asociación de Árbitros y Asistentes) de suspender el partido. Había ido a hacer «justicia» por cuenta propia al «entender» que el línea se había equivocado perjudicando a su equipo.
Por si eso fuera poco, en el pulmón, las hinchadas se encontraron. Según el testimonio del jefe del operativo, Oficial Principal Javier Minetto, los hinchas visitantes ocuparon el sector, cuando las custodias abandonaron momentáneamente el lugar para acompañar a «quienes venían con la recaudación de la caja visitante». Fue en ese instante en que se produjo el gol de Unión.
En los festejos -siempre a testimonio de Minetto- fueron los locales los que invadieron el pulmón y ganaron el lugar visitante y se produjo un choque cuerpo a cuerpo que la policía logró controlar con el disparo de balas de goma arrojados al aire.
Desde la parcialidad visitante se denunció en los medios, que había personas heridas a consecuencia de los piedrazos recibidos. La situación de violencia fue cierta y desmedida.
Un episodio lamentable que terminó además, con actuaciones contravencionales contra hinchas de ambos clubes que fueron identificados como partícipes de la gresca, según informó la policía. Pero no hubo detenidos.
En lo futbolístico, hasta ahí, el equipo de Oliva había estado a la altura, dando la talla ante el gran equipo de Obregón.
Una exitosa presión alta, con la capacidad de Marcos Beltramone de ir a los espacios que dejaba vacío el ataque constante de la visita, pero además un todoterreno. Lo mismo puede decirse de la marca de Nicolás Girotti sobre Lucas Giménez, otras de las claves del buen momento del equipo de «Troilo».
Tuvo varias chances claras: Santiago Mattia en dos oportunidades, Matías Meloni, pero especialmente un derechazo de Tomás Nigro que encontró la siempre excelente respuesta de Franco Nieto.
Unión tuvo las suyas. El banco lo oxigenó en el tramo final. Lozada casi imparable se encargó de jugar por los que no tuvieron una buena noche. Su velocidad y dinámica fueron -son- cosa seria. Párrafo aparte para el Jugador del Año 2019. «Huevón» siempre da señales de que su clase está intacta.
El equipo del Gota, ya afronta también el inicio del Torneo Regional Federal Amateur.
Las fotos son gentileza de «Un Punto de Vista».