Cuando al partido no le quedaba nada y con el resultado igualado en 53, Iván Álvarez metió un doble épico sobre la chicharra e Independiente se alzó con la victoria en la caldera de Sampacho, manteniendo su invicto y la condición de único líder del certamen.
El equipo de Oliva se quedó sin gol en el tramo final del partido (estuvo más de 5 minutos sin poder convertir) y el local empezó a limar la diferencia (metió 10 puntos de corrido) hasta ponerse arriba en el marcador a 1 minuto y medio para el final (53-51). La gente en el estadio del Sporting llegó a su punto máximo de ebullición porque su equipo por primera vez en el partido estaba al frente en el marcador.
Martín González pidió minuto, su equipo no reaccionaba ante la remontada local y el partido se le escapada. Volvieron al juego, Iván Alvarez encaró hacia el aro y exigido metió el doble y sacó la falta para empatar en 53. Falló el libre, Sampacho atacó, su goleador Ramiro Imaz no pudo convertir y con escasos 5 segundos Independiente fue por la victoria, la que se concretó con un lanzamiento espectacular del base cuando sonaba el ring de la chicharra.
Fue una postal el festejo visitante ante tanta gente del local, unas 300 personas enardecidas se quedaron mudas y por un instante fueron superadas por el grito de un grupito de 20 personas que explotaron en un rincón de la tribuna y saltaron a la cancha a festejar con los jugadores.
El partido fue favorable a la visita durante 38 de los 40 minutos de juego, Independiente tuvo un buen cierre del primer cuarto y un gran segundo período para irse al descanso ganando por 15 puntos (20-35).
Comenzando el tercer cuarto llegó a sacar la máxima (20-37), pero sobre el cierre del mismo el local achicó a 6 (40-46) de la mano de Carpinetti y el aporte goleador de los mellizos Imaz.
Con la ventaja superior a 10 puntos Independiente controlaba el partido y a pesar de las arremetidas del local siempre encontraba alguna respuesta para seguir liderando. Pero cuando Sampacho bajó esa barrera se potenció y el aliento de su público a escasos centímetros del rectángulo de juego hicieron del estadio una caldera.
La defensa en zona impuesta por el anfitrión dio resultados en el tercer cuarto y en el último parecía imposible penetrar en el aro local. Independiente se quedó sin gol, se empezó a poner nervioso y el partido pareció escaparse de las manos cuando Sampacho pasó al frente. Pero un tal Iván Álvarez se puso el traje de héroe y con dos conversiones exactas resucitó al conjunto de Oliva.
Fue una victoria angustiante, dramática, increíble, espectacular!!! Un 53-55 infartante, que los que estuvieron en este estadio no olvidaran jamás.