Las cámaras de Foja Cero seguro no captaron las mejores fotos, pero tenga por cierto, que caminar unos minutos delante de 100 mil personas que iban sumando a su paso más y más… es una caricia al alma.
Vivir el 24 de marzo a metros de la histórica casa radical, frente a ese Patio Olmos minimizado por una columna humana que a simple vista parecía invencible, es fuerte.
Recorrer las calles del «Cordobazo» el día del golpe, es meterse un poco más en el compromiso de nuestra historia. La docta de estudiantes y doctores otra vez repleta de memoria. No es tiempo de serenatas y flores. Si de muchísima emoción. De libertad, de seguir defendiéndola.
Eran cuadras y cuadras marchando en paz, pero con memoria activa «Como a los Nazis les va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar» hecho himno retumbaba cada metro más fuerte…
Chicos, niños, ancianos, con muletas o en sillas de ruedas… con más o menos exposición, pero todos marchando, cantando el «Nunca Mas» implícito en cada paso. Padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos o simplemente amigos de la vida, o de la marcha, todos juntos de la mano…
Las cámaras de Foja Cero no tomaron las mejores imágenes, pero estuvieron ahí. Aquí van algunas. Emoción de la grande.
