El 17 de Diciembre de 1995 Juan Domingo «Martillo» Roldán había visitado por primera vez la ciudad y esa noche, el 30 de diciembre de 2016 fue su última vez a nuestra fiesta. Fueron 20 años de entrega generosa y desinteresada. Más, porque siempre mantuvimos el contacto. «Le tocaba volver» cada cinco años y por eso, en la 30ª edición estaría en Oliva nuevamente. Hace algunos días, el Covid-19 lo complicó tanto que lo llevó a una sala de terapia intensiva de la que ya no volvería a salir. La noticia de su muerte, caló hondo en el mundo del deporte y especialmente en Oliva, ciudad que visitó en una docena de oportunidades.
Este miércoles 18 de Noviembre, se inicia su imborrable recuerdo. Se va uno de los más grandes boxeadores de nuestro país y de la historia del deporte mundial. Uno que pese a no lograr ser campeón del mundo, será recordado por siempre por ser el único que puso en la lona por unos instantes a Marvin Hagler, pero seguramente la retina recuerda también aquellos «martillazos» a la «Cobra de Detroit», Tomy Hearns – en una pelea extraordinaria – que parecía caer y que casi increíblemente se recuperó, para dejarlo otra vez a las puertas del título del mundo en su segundo intento. El tercero fue ante Michael Nunn, pero allí la historia era ya otra cosa. Fue hijo deportivo de Tito Lecture.
Lo apodaron «martillo» por la potencia de sus puños, aquellos que desde chico lo puso frente a frente al oso del circo -el único que pudo vencerlo- que había llegado a Freyre, su ciudad natal.
Cuando los cecor eran la moneda de cambio, allá por 1995, nos recibió en su casa de San Francisco. Habíamos llegado para hacerle la primera nota e invitarlo a la Gran Fiesta del Deporte. Colgó cada uno de nuestros premios al lado del único «adorno» de su hogar: un par de guantes. Nuestro aplauso será eterno.
«Martillo» en el escenario, en los 25 años de la «Gran Fiesta del Deporte» que ayudó a construir con su grandeza.
La foto parece detener el tiempo: Juan Domingo Roldán y Francisco Fiandino, en familia, en la Fiesta del Deporte. Junto a ellos está el «fino» Antonio Rubiano.