Todos le quieren ganar al invicto de Oliva. Pero por ahora nadie puede. Este viernes, Independiente tuvo un partido incómodo como local ante Salta Basket, le costó imponer su juego colectivo, pero logró destrabarlo con un tercer cuarto a toda orquesta y encaminó su enésima victoria consecutiva en la segunda fase de la Liga Argentina de Básquet.El encuentro comenzó a puro gol, de un lado y del otro. Pautasso y sus penetraciones hacían daño en la defensa de los salteños, mientras Zurschmitten y Carnovale lastimaban desde zona de tres. El primer cuarto fue parejo, con una pequeña ventaja para el de Oliva (24-21).El segundo período fue el más difícil para el local. La defensa en zona de la visita lo hacía jugar incómodo y sus lanzamientos fueron, en general, erráticos. Salta seguía con una gran efectividad de tres puntos (8 triples en la primera mitad) y apoyados en su férrea defensa complicaron a Independiente, que apenas anotó 10 puntos en el cuarto y se fue al descanso largo perdiendo por 5 (39-34).Tras la pausa del entretiempo, Independiente despertó. Pautasso volvió a ser el del arranque y Martina lastimó en cada jugada cerca del aro. Reinaudi se acopló y entre los tres condujeron al equipo a liderar el marcador. En 3 minutos y medio, el local había hecho 10 puntos, los mismos que había anotado en todo el segundo cuarto y los salteños entraron en una sequía de anotaciones. Los invictos de Oliva se soltaron en ataque y mostraron todas sus variantes, para doblegar a Salta con un contundente parcial: 30-16. El último cuarto comenzó con ventaja de 9 (64-55) para los locales y la premisa de seguir con todo lo bueno que se había hecho en el tercer parcial. Los titulares se mantuvieron en cancha y no permitieron que Salta se agrande, a pesar de algunos triples que mantenían ahí a la visita. Bione ganó un par de rebotes ofensivos que fueron clave y Martina mostró todo su oficio y sabiduría para machacar en la zona pintada. El doble y falta conseguido por el pivot de Las Junturas a dos minutos para el cierre y el posterior grito del capitán mirando a todos en el banco de suplentes fue el indicio de que el partido tenía un dueño. Independiente sufrió, transpiró y sacó adelante un partido complicado. Salta le presentó batalla hasta el final, pero por ahora nadie puede con el invencible Independiente de Oliva.