NOB lo hizo. Parecía que Unión llegaba con más fútbol, porque la sociedad de los poetas vivos que encarnaron Villalón – Pando – Rama, más Lozada que se sumaba, más el tanque goleador de Luján, podía inclinar la balanza en favor del equipo que ahora dirigía el técnico más ganador en la historia – parte de ella la escribió dirigiendo a la lepra – de LIF: Alberto Carletti.
Pero no, NOB lo hizo. Tuvo gol en los momentos que la final le dio. Esa fue la diferencia. Unión dejó pasar su tren. En especial, ese boleto que le marcaba destino campeón, que desde los pies de Luján, terminó, en las manos de Loyola. Su primer tiempo en Río II, se pareció y mucho, al de Oncativo.
Construyó una fortaleza después de ser herido en la ida. Forzó el tercer juego con un cabezazo del “Paky” Olmedo y descansó siempre en las manos sólidas de “San Loyola”, como lo definió el “ojito” Vilta al final, en Río II.
NOB lo hizo, con la picardía de un DT que cerró para siempre alguna herida de su salida del paso anterior. Porque no hizo en NOB lo que si en el Santo, en el Clausura de ese 2011. Ahí comenzó a forjar su regreso a la lepra. Fue DIOS hecho estampita tras la inolvidable conquista ante “los primos” en aquella recordada final del 2004. Pero el fútbol duda de todos y también le tocó. Por eso, el paso por el granate 2013 para llegar hasta la final del apertura, ser siempre protagonista, lo trajeron de regreso “a casa”.
No pudo en el apertura, se quedó con las ganas. Pero en el clausura aseguró el gol con Cannessini, el fútbol con Vilta y compañía y le puso el moño a una gran conquista. Firme atrás, con Britos y el capitán Oscar y las puntas en la confiable tarea del Paky y Diego Cortiana. Logró equilibrar el medio para parar el fútbol de Unión. Lo hizo en Laguna Larga y en el ST en cancha del cura, cerrando los caminos al gol. Tobares y Toledo o Garay y García fueron el sostén de un ataque pensante en Vilta, veloz en Zalazar y goleador en Cannessini. Así, Obregón sacó campeón a NOB como DT.
Pieza clave de la revolución que armó el rojo y negro desde el 2001. Aquel que llegaba desde el fútbol Chileno, del Deportes Linares -donde fue compañero y le abrió las puertas al Gaby Rodríguez- con el sello de la academia cordobesa que lo formó. Hizo y deshizo lo que quiso, pero se especializó en los clásicos. Decisivo. Finalero. Tuvo su premio al ser elegido “Jugador del Año” en la Gran Fiesta del Deporte.
Hoy, 15 años después de su arribo a Laguna, vuelve a estar en el primer plano. Ya en Unión, Mauricio Piersigilli fue su PF y no se separó más. Se “llevó” desde Oncativo a Alejandro Baldoncini, si, la “culona”, como lo llaman en LIF, su AC. Y con ese CT consolidado, dio la vuelta. Un lindo trío. Seguro que en toda esta historia hay muchos que tienen que ver. Seguro, que el “Negro” Eduardo Cesana está.
NOB celebra otro título, el primero post “Troilo” en el apertura 2011, justamente ante él. Fueron tres partidos intensos, tres verdaderas finales. Salud Campeón !